La película permite abordar la vida en la corte del siglo XIX, así como los intereses del mundo gobernante, la importancia del arte y los estereotipos femeninos y masculinos de la época.
Victoria es una joven princesa del siglo XIX que se enfrenta ante un sin número de restricciones personales que mantiene su vida de una manera totalmente diferente a la que cualquier mujer de su edad y época llevarían, todo esto ante la idea de estar destinada a la corona.
La princesa Victoria es una mujer de poca edad que se ve influenciada por su madre, que a la vez es manipulada por un hombre externo a la familia, que insiste en que Victoria no debería de tomara la corona ya que es un suma inexperta, pero ella persiste y se convierte en Reina de Inglaterra, lo que le permite alejar a estas dos personas de su vida y tomar un poco más las riendas de su gobierno, lo cual no lo logra por completo gracias a la manipulación de su consejero personal, que hace que Victoria tome decisiones equivocadas que solo benefician a unos cuantos. Ante tales situaciones esta joven deja toda su vida personal a un lado para dedicarse exclusivamente a gobernar, hasta que encuentra el amor verdadero, lo que le permitirá salir a flote con sus decisiones.
Durante la película se pueden reconocer importantes monumentos arquitectónicos, que ilustran de manera importante el pensamiento del siglo XIX, donde el arte aun estaba al servicio de la corte.
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