Danton está volviendo del exilio en 1793 para ocupar un puesto en el Comité de Salvación Pública, el cual también está ocupado por Robespierre causando que se enfrenten. Ambos políticos defendían los derechos del hombre y cada cual los utilizaba a su conveniencia, cosa que queda clara en la parte del juicio a Danton, orquestado por Robespierre. Dicho juicio termina con la condena a muerte de algunos de los miembros opositores a Robespierre y la ejecución de Danton; cabe mencionar que en la película se hace notar la frase famosa de este último al estar a punto de postrarse en la guillotina: «No os olvidéis, sobre todo no os olvidéis de mostrar mi cabeza al pueblo; merece la pena».
En general, la película habla pues de este regreso de Danton a París y cómo fue su vida de conflicto contra Robespierre en sus últimos días, así como también se le ve en sus relaciones personales con amigos y familia. Por último, también es notorio el contexto revolucionario, es decir, se ve cómo tenía la gente que luchar contra el hambre y la pobreza en general, pero que al mismo tiempo nunca abandonaban los ideales que los motivaban ni tampoco se alejaban de sus principales ideólogos y políticos.
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