domingo, 4 de marzo de 2012

LA JOVEN CON EL ARETE DE PERLA, Fanny Ávila

Johannes Vermeer es recreado en esta película en su vida cotidiana, el estar siempre en constante pobreza, amarrado obligatoriamente a sus mecenas que le hacen encargos y dejando a un lado sus obligaciones como padre y esposo.

A Vermeer no le importaba que sus hijos no tuvieran qué comer; prefería comprar colores para sus pinturas con el dinero que ganaba: en realidad le importaba poco si comía, lo que quiso siempre fue pintar. Aunque fueran cosas obligatorias y por encargo, algunas ocasiones pintaba temas a su elección, utilizando la cámara oscura para una mejor precisión. Por esta razón, por su alta calidad y su extremo detallismo es considerado como el primer fotógrafo-pintor, por llamarlo de alguna manera, pues sus obras son casi una fotografía.

En la película es escogido el cuadro de la joven con el arete de perla para trama principal, lo cual permite poder recrear la sociedad de aquella época: pobre, con fríos tremendos pero caracterizándose por el comercio que en esos días despuntó en los Países Bajos. Griette es esta joven a la que él retrata, después de utilizarla como ayudante en su taller; de este modo, podemos ver cómo es que los artistas de ese tiempo trabajaban, cuál era la relación con sus modelos por ejemplo, pues en más de una ocasión se nos deja claro que los pintores tuvieron relaciones sentimentales con los o las modelos.

El contexto que encierra a Vermeer sigue siendo conservador y típico de la época, en donde las mujeres tienen claro su papel en la casa y en la familia y donde el hombre sale a buscar el dinero.

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