La joven con el arte de perla nos sitúa en la ciudad de Delft durante mediados del siglo XVII, permitiendo conocer la vida cotidiana de este lugar, y de una Venecia asolada por la pobreza pero siempre dependiente del comercio, esto dará la pauta para que emerja uno de los pintores más importantes, Vermeer, así como una de sus obras maestras.
Griet una joven de gran belleza, para poder ayudar a su familia, se ve ante la necesidad de trabajar como servidumbre dentro de la casa de la familia del pintor Vermeer. Con el paso del tiempo el pintor, convierte a la joven en su ayudante, enseñándole como realiza sus obras, los colores y como es que trabaja con la cámara oscura la cual hará que su trabajo se convierta en uno de los más importantes dentro de la historia el arte, pues es considerado como el primer fotógrafo, gracias a la fidelidad de sus obras.
El gran acercamiento que estos dos personajes y su amor por la pintura traerá como consecuencia una obra de belleza imaginable, en la cual Griet es la protagonista, pero también emergerá una relación amorosa que causara problemas con la familia del pintor.
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