lunes, 12 de marzo de 2012

Todas las mañanas del mundo. Por: Gabriela S.


La película está ambientada en la Francia del siglo XVII y relata la historia de dos de los músicos más importantes de la época, por un lado, Marin Marais quien ejecutaba la viola da gamba y era compositor de la corte francesa de Luis XIV ya que para el representaba una forma de lograr un ascenso en la sociedad; y por el otro su maestro el Señor de Sainte-Colombe quien estaba obsesionado con el recuerdo de su mujer muerta y se recluyó en su granja alejándose de la vida social entregándose solamente a su instrumento y su música a pesar de que el Rey lo llamaba para tocar en la corte. La relación entre estos dos personajes comienza cuando Marin con apenas 17 años de edad, se presenta en la casa de Sainte-Colombe pidiendo ser su discípulo a lo que éste accede, sin embargo no le enseña técnica sino el significado de la música. De esta manera la película nos deja ver que la música se puede encontrar en la naturaleza, en el llanto de una niña o en el sonido del viento contraponiéndola a la que se interpreta en la corte del rey.
En esta película es digno de admirar la reconstrucción del pasado en cuanto al vestuario, mobiliario y todo esto por supuesto ambientado por la excelente interpretación de la banda sonora a cargo de Jordi Savall.

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