Esta película se centra en los años de 1746 a 1828, y principalmente muestra el entorno social, político y religioso en el que el artista español Goya vivió. La película no se concentra principalmente en la vida u obra del artista si no que lo presenta como un personaje secundario y a la vez indispensable en la trama.
La importancia primordial de la película conforme a la materia, se da en reconocer y comprender los movimientos sociales por los que este artista pasó y que conformaron uno de los principales motores de creación. La película muestra un Goya que pintaba lo que fuese y para quien fuese, permitiéndole entonces mantener relaciones estrechas con la burguesía, la iglesia y la monarquía, siendo esto uno del los elementos que le permitirían conformarse como un artista de gran versatilidad. El enfoque principal de la obra de Goya se da en los retratos de personajes de la iglesia, así como de pintura totalmente religiosa, donde se plasma la idea latente de la humanización de los personajes, paralelamente empieza por acercarse a la idea de lo grotesco que más tarde será totalmente definida en su época obscura.
La cita muestra las actividades que la inquisición llevaba a cabo y las cuales estaban faltas de humanidad y eran en su totalidad absurdas, esto para conseguir el control de la sociedad a partir del miedo y no permitir sublevaciones religiosas. Otro aspecto de importancia es reconocer los movimientos sociales que se gestan en la época y como es que en un lapso tan corto de tiempo puede perder y volver tomar fuerza la iglesia. Es preciso puntualizar que en la cinta se empiezan a mostrar los primeros hechos románticos de la época.
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